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miércoles, 18 de enero de 2017

El gobierno que todos esperaban
                       
En primera instancia agradecer a cada uno de nuestros lectores, a su vez señalar que el Quincenario EL PODER retorna renovado y con las ganas de brindar información para estar más de cerca a nuestra sociedad.

Al escuchar el mensaje presidencial de PPK el 28 de julio, me pareció el discurso de la excandidata presidencial del Frente Amplio, Verónika Mendoza, una izquierdista que planteó un plan de gobierno progresista, reformador e incluso conciliador con las clases dominantes del Perú.

Si bien el primer mensaje no estuvo llenó de datos, números, estadísticas, mención de obras, acciones mediatas, etc., si se notó plagado de un mensaje revolucionario y esperanzador, donde el objetivo principal de su gobierno se basará en escuchar al pueblo y trabajar de la mano con las regiones para que el Estado esté cerca de los peruanos de a pie. Estos fueron los seis compromisos:

1.-Llevar agua y desagüe a todos, 2.- Prestar un servicio de educación pública de calidad, 3.- Prestar una salud pública sensible al enfermo con oportunidad y eficacia, 4.- Formalizar el país hasta el máximo posible, 5.- Construir una infraestructura para el desarrollo, 6.- Liberar a nuestra patria de la corrupción, discriminación e inseguridad.

Recuerdo hace seis años en dialogo con el compañero Manuel; llegábamos a la conclusión que un futuro gobierno del nacionalismo con Ollanta Humala sería más de lo mismo. No cambiaría la Constitución Política, se sostendría el modelo económico neoliberal, tampoco se enfrentaría a las grandes transnacionales; pero si sería un gobierno que le daría facilidades al movimiento social para que fortalezca y reclame los derechos de los miles de oprimidos y olvidados por este sistema. Acaba de concluir el mandato de Ollanta Humala y parece habernos equivocado medianamente, sobre todo referente al manejo de los conflictos sociales.

Me atrevo a señalar que tendremos un gobierno reconciliador que tratará de hacer una buena gestión presidencial, fundamentalmente en el manejo de la macroeconomía, mantendrá el Statu Quo de la Constitución que permita desarrollar el quinto piso del modelo económico neoliberal, vale decir un gobierno para las grandes transnacionales y empresas nacionales, en tanto para los pobres no creo que caiga más allá de un minúsculo chorreo económico, he aquí las razones:

Primero; la derecha tiene al frente un gobierno a su medida y la mejor garantía se encuentra en el gabinete ministerial copado por técnicos y empresarios.

Segundo; la derecha y PPK serán cuidadosos con el crecimiento desmesurado empresarial y financiero; son conscientes que a su costado tienen una bancada “izquierdista” que no solo levantará el dedo acusador, sino que se atreverá a movilizar a las masas, será ahí cuando PPK no dudará en jugar en pared con el fujimorismo.

Tercero; PPK recurrirá a un gobierno asistencialista y pragmático –el fujimorismo económico-, de modo tal que corten el paso a la izquierda que no solo pondrá temas de agenda, sino que están a punto a tener las primeras opciones para ser gobierno en el 2021, ello a la derecha le atemoriza.

Cuarto; PPK continuará con las privatizaciones y el recorte de las responsabilidades del Estado con el ingrediente de suavizar el descontento social; para ello recurrirá al viejo fujimorismo de “la política de baja intensidad”, es decir el asistencialismo mediante los programas sociales.

Quinto; El gobierno de PPK colocará una mecedora en el PCM para los conflictos sociales, básicamente en las zonas donde existe la presencia minera, ahí desarrollarán la política pragmática donde imperará el psicosocial del miedo de ausencia de las inversiones privadas, desquebrajarán la unidad de las comunidades, quebrarán (económicamente) a dirigentes y harán ingresar a las mineras mediante el mecanismo de inversión social, un trabajo que ha dado resultados en la pacificación del Alto Huallaga.

Sexto; será un gobierno que políticamente buscará aliarse con el Frente Amplio para temas sensibles que afecten al sector popular, a su vez se aliará económicamente con el fujimorismo a fin de continuar con el Statu Quo del neoliberalismo y del sistema económico capitalista.

Dios nos agarre confesados, de lo contrario caminaremos a Dios rogando y con el Manzo dando.

Sergio Gonzales Apaza

Periodista

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