El gobierno que todos esperaban
En
primera instancia agradecer a cada uno de nuestros lectores, a su vez señalar
que el Quincenario EL PODER retorna renovado y con las ganas de brindar
información para estar más de cerca a nuestra sociedad.
Al
escuchar el mensaje presidencial de PPK el 28 de julio, me pareció el discurso
de la excandidata presidencial del Frente Amplio, Verónika Mendoza, una
izquierdista que planteó un plan de gobierno progresista, reformador e incluso
conciliador con las clases dominantes del Perú.
Si
bien el primer mensaje no estuvo llenó de datos, números, estadísticas, mención
de obras, acciones mediatas, etc., si se notó plagado de un mensaje
revolucionario y esperanzador, donde el objetivo principal de su gobierno se
basará en escuchar al pueblo y trabajar de la mano con las regiones para que el
Estado esté cerca de los peruanos de a pie. Estos fueron los seis compromisos:
1.-Llevar
agua y desagüe a todos, 2.- Prestar un servicio de educación pública de calidad,
3.- Prestar una salud pública sensible al enfermo con oportunidad y eficacia,
4.- Formalizar el país hasta el máximo posible, 5.- Construir una
infraestructura para el desarrollo, 6.- Liberar a nuestra patria de la
corrupción, discriminación e inseguridad.
Recuerdo
hace seis años en dialogo con el compañero Manuel; llegábamos a la conclusión
que un futuro gobierno del nacionalismo con Ollanta Humala sería más de lo
mismo. No cambiaría la Constitución Política, se sostendría el modelo económico
neoliberal, tampoco se enfrentaría a las grandes transnacionales; pero si sería
un gobierno que le daría facilidades al movimiento social para que fortalezca y
reclame los derechos de los miles de oprimidos y olvidados por este sistema.
Acaba de concluir el mandato de Ollanta Humala y parece habernos equivocado
medianamente, sobre todo referente al manejo de los conflictos sociales.
Me
atrevo a señalar que tendremos un gobierno reconciliador que tratará de hacer
una buena gestión presidencial, fundamentalmente en el manejo de la
macroeconomía, mantendrá el Statu Quo de la Constitución que permita
desarrollar el quinto piso del modelo económico neoliberal, vale decir un
gobierno para las grandes transnacionales y empresas nacionales, en tanto para
los pobres no creo que caiga más allá de un minúsculo chorreo económico, he
aquí las razones:
Primero;
la derecha tiene al frente un gobierno a su medida y la mejor garantía se
encuentra en el gabinete ministerial copado por técnicos y empresarios.
Segundo;
la derecha y PPK serán cuidadosos con el crecimiento desmesurado empresarial y
financiero; son conscientes que a su costado tienen una bancada “izquierdista”
que no solo levantará el dedo acusador, sino que se atreverá a movilizar a las
masas, será ahí cuando PPK no dudará en jugar en pared con el fujimorismo.
Tercero;
PPK recurrirá a un gobierno asistencialista y pragmático –el fujimorismo
económico-, de modo tal que corten el paso a la izquierda que no solo pondrá
temas de agenda, sino que están a punto a tener las primeras opciones para ser
gobierno en el 2021, ello a la derecha le atemoriza.
Cuarto;
PPK continuará con las privatizaciones y el recorte de las responsabilidades
del Estado con el ingrediente de suavizar el descontento social; para ello
recurrirá al viejo fujimorismo de “la política de baja intensidad”, es decir el
asistencialismo mediante los programas sociales.
Quinto;
El gobierno de PPK colocará una mecedora en el PCM para los conflictos
sociales, básicamente en las zonas donde existe la presencia minera, ahí
desarrollarán la política pragmática donde imperará el psicosocial del miedo de
ausencia de las inversiones privadas, desquebrajarán la unidad de las
comunidades, quebrarán (económicamente) a dirigentes y harán ingresar a las
mineras mediante el mecanismo de inversión social, un trabajo que ha dado
resultados en la pacificación del Alto Huallaga.
Sexto;
será un gobierno que políticamente buscará aliarse con el Frente Amplio para
temas sensibles que afecten al sector popular, a su vez se aliará económicamente
con el fujimorismo a fin de continuar con el Statu Quo del neoliberalismo y del
sistema económico capitalista.
Dios
nos agarre confesados, de lo contrario caminaremos a Dios rogando y con el
Manzo dando.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario