Nunca más dictadura fujimontesinista
A la
llegada de la candidata presidencial Keiko Fujimori, las calles arequipeñas
volvieron acoger aquellos ciudadanos que en tiempos de dictadura levantaron su
voz de protesta, recordando el genocidio del gobierno fujimontesinista plagado
de secuestros, torturas, humillaciones, esterilizaciones, asesinatos, y actos
de corrupción en todo el aparato del Estado. A raíz del autogolpe de Estado del
5 de abril de 1992, la historia peruana cambió sustancialmente dejando un país
despolitizado, con instituciones debilitadas, crecimiento de la delincuencial,
sin valor a los derechos humanos y con miles de despidos sin importarle el
bienestar familiar.
De la exposición de la universidad de Harvard
a la llegada a Arequipa
En noviembre
del 2015 -la hija que usurpó el cargo emblemático de primera dama y permitió
que torturen a su madre Susana Higuchi-, Keiko Fujimori anunció en la
universidad de Harvard que su política se diferenciaba sustancialmente de lo
que fue la dictadura de su padre y el viejo fujimorismo de la década de los 90
y 2000. Algunas frases que soltó fueron:
“El
trabajo de la CVR ha sido positivo para el país", "cometimos errores
graves.., aprendimos de ellos y no permitiré que jamás vuelvan a
repetirse", "condeno a los médicos y me solidarizo con las mujeres
que sufrieron esterilizaciones forzadas", "estoy a favor de la unión
civil para compartir derechos patrimoniales", "la re-reelección
debilitó a las instituciones democráticas", "respaldo el aborto
terapéutico para salvar la vida de las madres", entre otras.
Sin
embargo no tuvo que transcurrir mucho tiempo para que todo lo dicho se cayera
como torre de papel, primero pasó en la elección de su candidatos al Congreso y
luego por el desarrollo de los mítines y visitas en cada región del país.
El cambio de estrategia fujimorista
Posterior
a los anuncios en EE.UU., Keiko sacó de la carrera electoral a personajes de
hierro del viejo fujimorismo, María Luisa Cuculiza, Martha Chávez y Alejandro
Aguinaga. El “Nuevo Fujimorismo” para darle una nueva cara a la campaña
presidencial, cambió el polo naranja por el polo blanco, dejó la manda larga
por las mangas cortas. Abandonó la esencia de su discurso “libertad del
exdictador, su padre” por dejarlo todo a la justicia, de condenar la matonería
y guerra sucia en campaña por practicar la paz, dejó de lado el móvil
fujimorista por caminar y vestirse como una verdadera peruana.
La trama
marketera del fujimorismo iba bien hasta que la primera dama de la corrupción y
dictadura empezó a visitar las regiones del Perú. Primero fue Ancash, luego Ayacucho,
posteriormente Puno, Lambayeche, Chiclayo, y el golpe más duro fue Arequipa, la
región contestataria que se enfrentó sin tapujos a la dictadura genocida.
La llegada de Keiko en el aeropuerto
El
viernes 12 del presente mes, la primera dama de la dictadura Keiko Fujimori,
pisó suelo arequipeño. Ni bien bajó del avión, fue recibida con pifias,
insultos y empujones; la respuesta desde luego de parte del fujimorismo no se
hizo esperar y sacaron a relucir lo que son en esencia, la matonería de
pensamiento único.
Un grupo
de exfujimoristas le reclamaban su mal accionar de elección de los candidatos
al Congreso, dejando de lado al empresario Freddy Lozano y Jhony Castillo,
mientras que otros ciudadanos curiosos al percatarse que se trataba de Keiko Fujimori
alzo su voz de protesta. La respuesta del viejo fujimorismo demostró lo que
son; el jefe de campaña y congresista investigado por lavado de activos, Joaquín
Ramírez, trató de golpear a uno de los manifestantes, mientas que el jefe de
campaña publicitaria Pier Figari cabeceó a un periodista que filmaba cada
actitud de los fujimorista, y la secretaria personal de Keiko Fujhimori se
encargó de calificar de “terroristas y
senderistas a quienes protestaban”.
El nuevo
fujimorismo resultó ser solo de nombre porque en la práctica reflejó el viejo
fujimorismo que llevó a cabo torturas, secuestros, amenazas de muerte,
asesinatos, y actos corruptelas.
Keiko en el corazón de Arequipa
A pesar
del mal momento pasado en el aeropuerto Rodríguez Ballón, la candidata del
fujimorismo efectuó al siguiente día la inauguración de su local partidario en
la cuarta cuadra de la calle San José, en la que asistieron no más de 150
militantes y simpatizantes, en tanto que en las afuera un grupo considerable de
70 de jóvenes y ciudadanos arengaban en contra quien los catalogó de
“terroristas”. En esta oportunidad los fujimoristas trajeron al recuerdo de
cuando el fujimontesinismo actuaba, un grupo de delincuentes con chaleco del
fujimorismo arremetió y golpeó en el suelo a una dama que solo se manifestaba
en contra de la hija del dictador y gobierno corrupto de Alberto Fujimori.
Estamos
a un mes y medio de las elecciones, y esperamos que los peruanos asistan a las
urnas el 10 de abril a emitir un voto consiente
del cual no volvamos a retroceder, no volver al oscuro pasado corrupto
de violación a los derechos humanos, un voto que permita avanzar en un Estado
democrático con nivel de discrepancias sin necesidad que te secuestren,
torturen y desaparezcan como sucedió en el gobierno fujimontesinista del cual
fue parte Keiko Fujimori.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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