Facebook: EL PODER

lunes, 16 de enero de 2017

Fujimori y la barbarie de los penales

Fujimori y la barbarie  de los penales

Casi siempre se habla de las matanzas de “La Cantuta” y de “Barrios Altos” ejecutada por “El Grupo Colina”, arma homicida creado por Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos  con la complicidad de la hoy candidata presidencial Keiko Fujimori  Higuchi, ya que en esa época era  primera dama, impuesta por su padre expulsando y torturando a Susana Higuchi la madre de Keiko por haber denunciado el robo de las donaciones del Japón para los pobres del Perú. Fue vejada y torturada en el SIN, sin que la hija levantara un dedo en su defensa.

Lo que vamos a relatar es  la matanza ordenada por Alberto Fujimori en el Penal Castro entre el 6 y 9 de mayo de 1992, bajo el llamado “Operativo Mudanza 1”. Acción que llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entidad que luego de un minucioso análisis de los hechos, concluyó en que éste operativo  fue una verdadera “masacre”, cuya finalidad era atentar contra la vida de los internos acusados de “terrorismo”, determinando  como  caso probado que 16 de los internos muertos fueron ejecutados extrajudicialmente cumpliendo  la orden de Fujimori y ejecutada por el director de Inteligencia del Ejército comandante de las Fuerzas Armadas.

Por tal motivo, la Corte ordenó una serie de medidas para reparar el daño sufrido por las víctimas, como: indemnizaciones económicas, una ceremonia pública de desagravio y que sus nombres figuren en el monumento “El Ojo que Llora”, que ese nefasto gobierno cuestionó y nunca cumplió.

Desde el punto jurídico, el fallo ofrece relevantes alcances sobre el deber del Estado de investigar las violaciones de derechos humanos y de evitar y combatir la impunidad, garantizando la seguridad y mantener el orden en las cárceles, pero apegado a los derechos humanos. Para este cometido criminal, Alberto Fujimori Fujimori entregó a  las fuerzas represivas una relación de los internos que debían ser asesinados, hecho  realizado  a partir del 6 de mayo de 1992, produciendo la muerte de  42 internos, dejando heridos a 175, sometidos a trato cruel, inhumano y degradante a otros 322 internos.

El operativo se inició a las 4 de la mañana del día miércoles 6, donde la Policía Nacional  derribó con explosivos la pared externa  del pabellón 1A, tomando los techos y abriendo boquetes desde los cuales disparaba a matar a los internos, utilizando armas de guerra, explosivos, bombas lacrimógenas, vomitivas y paralizantes contra los internos desde el inicio del operativo, participando unidades especializadas como UDEX, SUAT, USE, DINOES y efectivos del ejército.

A las 6 de la tarde, los reclusos piden que no disparen, que van a salir. Sale un grupo de internos sin armas, son recibidos a balazos con ráfagas de metralla, muriendo la mayoría. Más adelante del pabellón  4B, sale un grupo de internos a paso ligero, la fuerza del orden les disparan indiscriminadamente en diferentes partes del cuerpo, los heridos caídos en el suelo son rematados. De los  sobrevivientes echados boca abajo, algunos son separados y ejecutados en el acto. Seguramente estaban en la lista entregada por Alberto Fujimori.

Terminada la “Operación mudanza 1” el 9  de mayo, Alberto Fujimori Fujimori, llega al Penal Castro Castro en un helicóptero  y lista en mano se pasea sobre los cadáveres para comprobar si entre ellos estaban los de la lista entregada.

Hoy, la hija del  homicida y cómplice de estos hechos pretende llegar a la presidencia de la república,  para vergüenza y escarnio de nuestra juventud, aplauden a la candidata solo porque les hace regalos de alimentos. No existe una conciencia en sí y para sí. Los medios que apoyan a las dictaduras, siembran en la mente joven la falsedad de creen que el Fujimorato “derrotó” al terrorismo senderista.

Lo que ignoran es que ni Fujimori ni Montesinos tuvieron alguna intervención en esta derrota y captura de Abimael Guzmán, el culpable al lado de los gobiernos de la sangre derramada por el pueblo del Perú. Fue la Policía Nacional la que después de un trabajo arduo lograron la captura de este personaje. Alberto Fujimori estuvo pescando en Iquitos y Vladimiro Montesinos en su casa de playa en el  del sur de Lima,  en un día de placer con su pareja. Pero enterado del asunto, se subieron al carro para tratar de engañarnos a todos.

Bibliografía: Jurisprudencia de Impaco “El caso Penal Miguel Castro Castro VS Perú de la Corte Interamericana de  Derechos Humanos”. (Numero: 7, año: 2 de enero 2007)


 Sergio Gonzales Apaza
Periodista

No hay comentarios:

Publicar un comentario