Señora Fujimori, los peruanos no somos
terroristas ni extremistas
La
lucha por ocupar el sillón presidencial 2016-2021, cada día se vuelve más
encarnizada, donde las imputaciones de uno y otro lado salpican a por doquier.
Una de estas luchas es de quienes se oponen a la candidatura presidencial de la
hija del exdictador, Keiko Fujimori, quien al visitar cada región del país, e
incluso Lima, se encuentra con grupos de manifestantes que le recuerdan el gobierno
de su padre Alberto Fujimori.
Todo
empezó en Anchas, cuando los pobladores le recordaron los asesinatos del Santa,
luego las manifestaciones se replicaron en Puno, Ayacucho, Tacna, Cuzco, Arequipa,
Trujillo, Cajamarca, Madre de Dios, y sin faltar, Lima. La respuesta de los
fujimoristas inicialmente fue la agresión verbal, lo cual se demostró
claramente en Arequipa, pero en esta oportunidad se fue más allá, también se vivió
la agresión física que incluyó a los propios periodistas.
Aquella
oportunidad la primera dama de la dictadura y corrupción, Keiko Fujimori, en
vez de sancionar estos actos de sus partidarios, se atrevió de calificar a los
arequipeños de “terrorista”, esto le generó que en las encuestas bajara dos
puntos porcentuales.
Aparentemente
la señora Fujimori no aprendió la lección, pues en la última manifestación en
Cusco en la que tuvieron que suspender su mitin proselitista, Keiko catálogo de
“extremistas” a quienes protestaron contra su candidatura, mientras que otro
grupo de fujimoristas como el congresista Juan Días Dios calificó a los cusqueños
de “pro-terroristas”.
Estas
calificaciones ha generado que se convoquen a manifestaciones conjuntas a nivel
nacional, la primera fue el jueves 10 de marzo y la segunda recientemente
efectuada el martes 15 de marzo, con el anuncio de dos convocatorias de
manifestaciones en contra de la candidatura fujimorista las mismas que se
llevaran a cabo el 19 de marzo y 5 de abril, fecha en la que se recordará un
año más del autogolpe de Estado de 1992.
La
candidata presidencial de Fuerza Popular y los militantes fujimoristas deben
comprender que los que se oponen a su candidatura no es por una cuestión
personal de uno o de otros, sino por razones objetivas de lo que fue y también
su padre.
Un
grueso sector de la población peruana no quiere volver al pasado, le dice NUNCA
MAS al fujimorismo porque durante que
fueron gobierno y del que Keiko fue primera dama, se generó inestabilidad
laboral, se asestó una política criminal contra quienes se oponían, se plasmó
una dictadura con una Constitución que trajo corrupción, benefició a las
grandes empresas y se cortaron los derechos de la libertad de expresión y
pensamiento, ese accionar jamás fue criticado por la hoy candidata
presidencial.
Los
peruanos se oponen a Keiko Fujimori porque fue congresista y tuvo 500 faltas, a
nivel de gestión fue pobre, imagínense que hasta Susy Díaz le ganó en presentar
proyectos de Ley, Keiko jamás trabajó y ella misma lo ha reconocido, permitió
que torturen a su madre y lo peor, usurpó el cargo de su progenitora; Keiko vivió y estudio con la plata de todos los peruanos,
y por si fuera poco, hoy vive en la casa de sus tías que fugaron del país para
no afrontar los juicios de corrupción de las donaciones japonenes. En los días
actuales, vienen actuando tal igual o peor de que lo fue el gobierno de su
padre, no solo insultan a los manifestantes y los tildan de terroristas y
extremistas, sino que los golpean, los masacran y eso que solo son candidatos, imaginémonos
si serian gobierno, de seguro nos secuestrarían y nos desaparecerían como
aconteció con miles de peruanos.
Puedo
seguir descifrando más razones y me faltaría espacio, pero en concreto, es la
primera dama de la dictadura y corrupción Keiko Fujimori, debe asimilar y
comprender que los peruanos que nos oponemos a su candidatura nos somos terroristas
ni extremistas, somos personas que nos merecemos un respeto, porque las ideas
deben confrontar ideas, propuestas, un debate que reine la doctrina y las bases
políticas. Como ha señalado Carlos Tafur y Patricia del Rio, los fujimoristas
deberían de dejarse de tonterías de estar insultando a quienes hemos tomado
conciencia de lo catastrófico que sería volver al pasado.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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