Los desencuentros de Marisol
Espinoza
Vicepresidenta se
enfrentó a Castilla, Nadine, Segura y Urresti
No
es reciente la voz discrepante de Marisol Espinoza con el gobierno. El reglaje
del que ha sido víctima es el corolario de una serie de desencuentros que ha
tenido con los personajes más representativos del régimen.
El
2012 Marisol Espinoza demostró que no es una más en la bancada de gobierno
cuando salió al frente para cuestionar el trato que tuvo el exministro de
Economía Luis Miguel Castilla con algunos alcaldes del interior del país, a los
que el MEF no atendía en sus requerimientos para financiar las obras en sus
pueblos.
“En
algunos sectores de ministros piensan que ellos ganaron la elección y se dan el
lujo de no atender al pueblo. Al alcalde que viene desde un punto tan distante
le dicen en su cara: ‘No te voy a hacer la obra’. Lo he vivido personalmente,
si el pueblo está pidiendo esa obra y hay presupuesto ¿por qué no lo considera?
Eso hay que corregirlo”, señaló.
Nadine y Jara
Esta
declaración de Marisol Espinoza no cayó nada bien en el gobierno y la primera
en hacerlo notar fue Ana Jara, por entonces ministra de la Mujer, quien era la
voz de Nadine Heredia en el gobierno.
La
hoy premier dijo “si consideraríamos nosotros que no hubiera una aceptación de
ella (Marisol Espinoza) de la forma cómo se administra el Gobierno de su
partido, pues tendría que dar un paso al costado”. Estas palabras duras de Ana
Jara fueron entendidas como un mensaje de Nadine.
Sin
embargo, Espinoza devolvió el puyazo. Al ser consultada sobre el protagonismo
de la primera dama, respondió: “Hay que tener cuidado y garantizar que la
figura fundamental es la del presidente”.
Mesa directiva
El
punto más tirante en las relaciones de Marisol Espinoza y la pareja
presidencial se dio durante la elección de la mesa directiva del Congreso en
julio del 2014. Para la bancada nacionalista la candidata para ocupar la
presidencia del Congreso era Espinoza.
Sin
embargo, la presidenta del partido Nacionalista, Nadine Heredia, impuso como
candidata a la congresista Ana María Solórzano, desconociendo una carta firmada
por 22 oficialistas en apoyo a Marisol Espinoza.
Una
de las que levantó su voz de protesta ante lo que consideraba una intromisión,
fue la congresista Esther Saavedra. “La presidencia del Congreso necesita a
alguien que agarre el lugar prestigioso por sus valores, principios y
capacidades, no por ser ayayera. Aquí nadie va a venir a ordenarnos”, declaró.
Ante
la crisis tuvo que intervenir el presidente Ollanta Humala quien dijo que la
candidatura de Marisol Espinoza sería contraproducente con su cargo de
vicepresidenta. Finalmente se impuso a Solórzano, sin tomar en cuenta que ello
derivaría en una crisis que provocó la renuncia de 6 miembros de la bancada
oficialista que luego formaron el bloque “Dignidad y Democracia”.
El
desencuentro de Marisol Espinoza con la pareja presidencial se hizo evidente
durante la sesión solemne en el Congreso para el mensaje del presidente Ollanta
Humala por 28 de julio. Las cámaras de TV registraron que durante toda la
alocución del presidente Humala, Espinoza ni lo miró, y al momento de retirarse
el mandatario saludaba a los congresistas, pero cuando pasó por el lado de la
vicepresidenta aceleró el paso y evitó el saludo.
A la carga
Tras
las elecciones del 5 de octubre, Marisol Espinoza, cuestionó al Partido
Nacionalista presidido por Nadine Heredia. “Creo que siempre un partido
político debería participar (…); nos hemos ausentando de las provincias, de los
distritos y vas dejando espacios que otros van ocupando”, señaló. Por entonces,
la vicepresidenta aseguró que desde julio no se reunía con el mandatario
Ollanta Humala.
Ley pulpín y Urresti
Espinoza
tampoco fue ajena a los cuestionamientos a la Ley de empleo juvenil. Cuando el
ministro de Economía Alonso Segura, tras la pre-publicación del reglamento de
la cuestionada Ley, dijo que oirán sugerencias y evaluarán modificaciones como
el pago de utilidades y otros temas para los jóvenes, la vicepresidente dijo
mediante un Tuit: “Ministro Segura, el reglamento no puede ir por encima de la
ley, sería inconstitucional”.
El
último de los desencuentros de Marisol Espinoza con miembros del Ejecutivo se
suscitó tras uno de los Tuit del ministro del Interior Daniel Urresti, quien
primero tildó de infiel al ex presidente Alan García Pérez y luego retuiteó un Tuit
con varias fotos de mujeres ligadas (real o supuestamente) al exmandatario.
“Condenable cuando se insulta y se intenta denigrar la honra de varias damas,
es una bajeza y una cobardía”, escribió en la misma red social.
Tras
conocerse un probable reglaje en su contra por parte de agentes de la Dirección
Nacional de Inteligencia (DINI), la vicepresidenta escribió en su cuenta de Twitter:
“Indignada, repudio estas prácticas delincuenciales y exijo una exhaustiva
investigación. Me rehusó a pensar que el gobierno esté detrás de esto”.
La
historia de Marisol Espinoza en el gobierno de Ollanta Humala está más cargada
de desencuentros que de puntos en común. Cuando se habla de la posible salida
de la bancada nacionalista de Sergio Tejada por su rechazo a la Ley Pulpín, no
se puede dejar de pensar en la posibilidad que le siga los pasos la
vicepresidenta.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario