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miércoles, 4 de enero de 2017

Quién ordenó el espionaje

Al finalizar la segunda semana de enero, se tomó de conocimiento que Del Castillo e Hidalgo no fueron los únicos espiados, por el contrario apareciendo nuevos nombres; el espionaje a la Congresista Natali Condori de la bancada Dignidad y Democracia y Cecilia Tay de la bancada Fuerza Popular. Estos destapes explotaron al hacerse público la denuncia periodística que la Vice Presidenta de la República, Marisol Espinosa, también fue espiada.

¿Fueron los únicos congresistas espiados?, ¿qué intereses se juegan dentro el nacionalismo? y la pregunta del millón, ¿quién ordenó el espionaje a políticos de oposición, congresistas, y hasta a los propios nacionalistas?

Se incrementa la lista negra del espionaje

Nuestro medio periodístico en contacto con una fuente cercana a la mesa directiva del Congreso, señala que el seguimiento a congresistas de la república asciende a 43 parlamentarios, la mayoría de oposición; también se efectuó el reglaje al ex fiscal de la Nación Carlos Ramos Heredia, al ex procurador anticorrupción Cristian Salas, a los periodistas Cesar Hidelbrant, Rosa María Palacios, Patricia del Rio, entre otros.

En la nómina del reglaje se encuentran los congresistas de Arequipa, Juan Carlos Eguren, Gustavo Rondón, Justiniano Apaza (de quien se dice que en junio del 2013 sostuvo reuniones con tres congresistas disidentes y dirigentes de la CGTP), también reglaron al Congresista Marco Falconí y Tomas Zamudio; de ahí que se entiende la publicación del diario Correo, arremetiendo contra tres congresistas arequipeños en agosto del 2014.

Otros congresistas espiados por miembros de la DINI fueron, Ester Saavedra, Juan Pari, Yony Lezcano, Héctor Becerril, Juan Díaz Dios, Marisol Pérez Tello, Luis Galarreta, Luz Salgado, Sergio Tejada, Yehude Simo, Daniel Mora, José León, Carlos Bruce, Lourdes Alcorta, Ángel Neyra, Kenji Fujimori, Luisa María Cuculiza, Julio Gago, Leyla Chihuan, Martha Chávez, Humberto Lay, Javier Bedoya, Luis Ibérico, entre otros.

Las órdenes salieron desde el Congreso de la República

Nuestra fuente revela que estas prácticas de seguimiento empezaron desde fines del 2012, cuando se vociferaba que algunos congresistas del nacionalismo estaban opuestos a la política de la pareja presidencial; es decir, primero se empezó a espiar a congresistas del nacionalismo. En Junio del 2014 a raíz de la crisis política del partido nacionalista y elección de la mesa directiva del Congreso (2014-2015), conllevó a que el reglaje se extendiera a los de oposición quienes en el paso se fueron encontrando empresarios, estos últimos cayeron por casualidad porque no eran el objetivo del espionaje ordenado desde el Congreso.

Ante el espionaje rebelado al ex Ministro de Interior Fernando Rospigliosi, -de acuerdo a lo expresado por la Congresista y ex integrante de la Comisión de Inteligencia, Lourdes Alcorta-, esta comisión entonces presidida por Solórzano no hizo nada. “Se pidió que se haga presente el entonces asesor presidencial Adrián Villafuerte, pero jamás se permitió, se solicitó citar al director de la DINI pero nunca sucedió, se visitaron las instalaciones de la DINI, pero no se informó que se encontró, hechos que me llevaron a renunciar a la comisión” expresó a un medio radial nacional la parlamentaria de la bancada Unión Regional.

Hechos que generan suspicacia en el Congreso

En noviembre del 2014, la trabajadora parlamentaria del Congreso y ex de asesora de Víctor Isla, Patricia Robinson, declaró al diario La República “el lunes encontré los papeles de mi oficina revueltos, alguien había entrado y, por eso, solicité, a través de la Oficialía Mayor, que se inicie una investigación”.

Luego en su cuenta de Twitter (Patricia Robinson (@pruperu), el 13 de noviembre escribió “Desde algún lugar del @congresoperu están chuponeando, hay ahí algún despecho”, el 15 de noviembre volvió a escribir “Oh… coincidencia!, desde este nuevo periodo anual de sesiones soy objeto de violación de mis comunicaciones,…”. Ante estos hechos, a los días presentes no existe una conclusión porque esas prácticas dentro del Congreso.

Otro escándalo es el caso de la ex jefa de prensa del parlamento Vilma Escalante Delgado, quien denunció que el 24 de diciembre la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, la despidió injustamente, además reveló que cuando conversaba con la presidenta del Congreso, en su mayoría de veces por el Wasapp, Solórzano estaba pendiente de lo que hacía y decía ante la prensa Marisol Espinosa, al punto que incluso pidió a la prensa del parlamento que cuando Marisol se encargue de la presidencia de la república por la ausencia de Ollanta, y se apersone al Congreso, se la debe tratar como Congresista y no como presidenta.

Un dato a tomar en cuenta, es que la ex presidenta de la comisión de inteligencia y hoy presidenta del Congreso, guarda amistad con el ex jefe de la DINI, el capitán del ejército (r), Víctor Gómez Rodríguez, quien en octubre del 2014 se reunión con el entonces director ejecutivo de la DINI, el capitán en situación de retiro, Iván Kamisaki Sotomayor, quien es el jefe superior de los dos espías que reglaban a la Vice presidenta de la república y Congresista, Marisol Espinosa.
Esperanza de investigación

Hoy la comisión de inteligencia está en manos del Congresista nacionalista Cesar Yrupailla, pero ¿convocarán a los directores de la DINI Y DIRIN?, ¿invitaran al ex asesor presidencial, hoy en la sombra del poder, Adrián Villafuerte?, ¿citarán a la presidenta del Congreso para que explique a que conclusiones llegaron en el espionaje a Rospigliosi?, ¿se atreverán a citar y preguntar a la presidenta del Congreso por las denuncias de Patricia Robinson, Vilma Escalante y su amistad con miembros de la DINI?

Un reto que está por encima del poder ejecutivo, porque “aparentemente” las órdenes se efectuaron desde el Congreso, contando con el apoyo de un ex asesor presidencial.

Sergio Gonzales Apaza

Periodista

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