¿Es una ofensa decir que el
gobierno del partido aprista fue corrupto?
Cuando
escucho o tengo que hablar del APRA, lo primero que viene a mi memoria, son los
años 85-89, cuando desde muy pequeño tenía que hacer inmensas colas para
comprar un kilo de arroz, azúcar, aceite.
Días
atrás, cuando el Ministro de Defensa Pedro Cateriano, se hizo presente en el
Congreso de la Republica a fin de responder con relación a su sumisión a la
candidata presidencial-primera dama-presidenta del PNP Nadine Heredia, y con
referencia a la vinculación que existiría entre el ex operador del
Fuji-Montesinismo Óscar López Meneses y el actual gobierno Ollanta-Montesinista;
el Congresista Justiniano Apaza Ordoñez, refirió “la historia está escrita, el gobierno del Apra tuvo ministros corruptos”,
la bancada del Apra liderado por Mauricio Mullder y los propios fujimoristas,
hicieron un acto de protesta, convirtiendo el Congreso en un espacio efectivo
de risa y desestrés.
Pregunto
¿Es una ofensa decir que el gobierno del partido aprista fue corrupto?
Particularmente considero que no, pues empecemos por su primera gestión de
1985-1990, en aquellos años sonó fuerte los escándalos del ex Ministro del
Interior Agustín Mantilla, quien viajaba constantemente a la base de Santa
Lucia (Tingo María) no para cerciorarse de la lucha contra el narcotráfico,
sino presuntamente para recoger las bolsas de dólares provenientes del
narcotráfico, a ello hay que sumarle las denuncias del dólar MUD, el tren
eléctrico, los bonos soberanos, entre otros escándalos que estremecieron la
política peruana.
En
el segundo gobierno de Alan García, las denuncias por actos de corrupción no fueron
ajenas a la realidad, ahí están los casos judicializados como las compras
indebidas del ex ministro de Salud Hernán Garrido Lecca, las anomalías en
Essalud dirigida por otro aprista Alfonso Barrios, la sobrevaloración de
compras de ambulancias de la ex ministra Pilar Mazzeti, la salida rauda del
Banco Central de Reserva y posterior Ministro de Economía Enrique Cornejo, el escándalo
de los Petro-audios en la que estuvo comprometido Jorge del Castillo y Rómulo
León quien purgo condena, y ahora los escandalosos casos de los narco-indultos.
A todo esto habría que agregarle los 30 mil dólares recibidos de parte de
Vladimiro Montesinos a manos de Agustín Mantilla, el encarcelamiento de Facundo
Chinguel, etc.
Por
lo cual, reincido en la pregunta ¿Es una ofensa decir que el gobierno del
partido aprista fue corrupto? Ustedes saquen sus propias conclusiones y, ojo,
con esto no se pretende lavarle la cara a ningún otro gobierno como el del
presente, que desde mi punto de vista, tiene mucha vinculación con el Montesinismo,
de ahí que creo que estamos frente a un gobierno Ollanta-Montesinista, que no
se diferencia en nada con los gobiernos del Fujimorismo, Toledismo o Aprismo.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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