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viernes, 30 de diciembre de 2016

¿Encontrando verdaderos cristianos y solidarios?

¿Encontrando verdaderos cristianos y solidarios?

Cuando era muy pequeño, vive junto a una familia religiosa, el cual decayó en la filosofía idealista dogmática, del católico, apostólico y romano, es decir, aquel dogmatismo universal religioso. Contiguo a esta realidad, vivía también ante una sociedad que día a día se rasgaba las vestiduras en sus falsas creencias de las diferentes sectas religiosas, que no eran más que fundamentalismo, llenos de dogmatismo ideológico idealista; fue desde aquella entonces que, considere como prudente alejarme de aquellos credos que llenaban a las personas de egocentrismo y personalismo.

Fui desarrollándome en el transcurrir del tiempo, ya joven me avoque a la lectura de la filosofía científica, con amplitud de análisis e hipótesis, pero dentro de ellas convivían otras corrientes ideológicas, que no se contraponían, pero los hombres las cristianizaban en contradicciones antagónicas, acto que me conllevó a conocer políticamente los estereotipos de los partidos de izquierda, muchos de ellos atomizados por el sectarismo y el dogmatismo ideológico.

Estos aspectos analíticos de la vida, me han encaminado a efectuar un verdadero análisis de las corrientes ideológicas de la filosofía, es decir de la idealista y la materialista, dado que en ambos he vivido la experiencia amarga del dogmatismo extremo, de una lado las sectas religiosas divididas entre ellas, que llegan al extremo de generar discusiones ociosas de quien tiene la verdad absoluta y se encuentra en el camino verdadero para llegar al ser divino, declarándose que son Cristianos, Protestantes, Católicos, Evangélicos, Mormones, Israelitas, etc., cuando el fin y objetivo esencial es, creer y tener fe en Jehová o Dios.

Pues claro, esta realidad también se desarrolla dentro de los partidos de izquierda, la misma que tiene como causa la piedra angular de la propiedad privada, y de ella se crea la división de dos clases sociales, de un lado los que tiene los medios de producción y del otro lado, de quienes solo tiene su fuerza de trabajo que ofrecer a cambio de una salario, por lo que, todos deben de girar en torno a ella, pero no, pues sucede que cuando se milita en una partido de izquierda, vas encontrándote con corrientes políticas ideológicas, las que te apartan de dicho objetivo y te desvían a controversias perezosas, declarándose algunos de Marxistas, Leninista, Maoístas; otros de Estalinistas, Guevaristas, Mariateguistas, Morenistas, Troskistas, etc.

Consecuentemente, considero que estos males sectarios personalistas egocentristas y el dogmatismo filosófico ideológicos, están conllevando a una sociedad indiferentes y escéptica con acefalia de sus organizaciones sociales y de base, el cual debe de cambiar sustancialmente en el presente siglo XXI, de lo contrario en el futuro obtendremos una sociedad indiferente, personalista, desideologizada, despolitizada y sin creencia alguna.

Finalmente, evidentemente me deja una clara lección de la experiencia convivida, pues dentro de todas las sectas religiosas y partidos de izquierda, existen verdadero creyentes y solidarios, que sin necesidad de caer en el dogmatismo y fundamentalismo ideológico, actúan de manera sensata y humana, como aquellos o aquellas creyentes que al ver pasar por su secta religiosa a una persona en esta etílico, lo detienen y lo ingresan a su iglesia, y como resultado no obtiene un alboroto o mal gusto de parte del invitado ebrio, sino que, se ve a una persona arrodilla llorando y orando a quien aún aguarda la esperanza que lo pueda sacar de ese yugo de desdicha, es decir, Dios Jehová; o cristianos que sin necesidad de asistir hipócritamente a una secta religiosa o izquierdistas que sin militar en un partido, al caminar por las calles van ayudando a cuanto ser lo necesita y que al llegar el fin de mes, visita los lugares donde muchos están olvidados, como hospitales, albergues, cárceles, asilos. Pues también debe ser creo yo, la actitud de quienes sentimos un calor de sentimiento justo, humano y solidario.

Sergio Gonzales Apaza

Periodista

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