¿Es razonable la huelga del
campesino cocalero?
Son dos
semanas en que el campesinado cocalero del Alto Huallaga, viene desarrollando
la huelga indefinida, ante la indiscriminada erradicación compulsiva de la Hoja
de Coca, puesto en marcha por el gobierno de turno mediante DEVIDA y el CORACH.
La protesta de los cocaleros, se encuentran dentro de los parámetros de la
justica y la democracia actual, por las razones que, la lucha contra el
narcotráfico debe ser con férrea decisión, pero no confundirla con el
campesinado que tiene como único sustento su Hoja de Coca, caja chica de
supervivencia.
Rómulo
Pizarro, actual presidente de DEVIDA, a los días presentes está moldeando una
política errónea de erradicación compulsiva, la que aparentemente permitirá
erradicar el narcotráfico, flagelo duro para el Perú. En realidad, la solución
a este problema no se va resolver con la erradicación definitiva de la Hoja de
Coca, y demostración de ello, es que en seis años que Rómulo Pizarro ha asumido
el cargo de DEVIDA, se han erradicado 14 mil hectáreas de coca, vale señalar
del 2004-2010; sin embargo, en este mismo periodo, el nivel de producción de
Hoja de Coca ha crecido en 23%, es decir, 32 mil hectáreas nuevas, haciendo un
total de 123 mil hectáreas, tal como consta en el informe del Comité de
Fiscalización de las Naciones Unidas. Por lo expuesto, el concepto que
erradicando cocales se va a combatir al narcotráfico, es una falsía del
presidente de DEVIDA y del gobierno de Alan García.
El combate a
este flagelo del Perú como es el narcotráfico, se va remediar con mecanismo
idóneos de dialogo y elaboración de una Ley de Hoja de Coca, la misma que no
solo legalice la producción, sino que, mediante un empadronamiento y
actualización de datos, se determine un nivel de producción acorde a la
realidad de cada cuenca cocalera, he ahí el rol promotor que deben de cumplir
las autoridades locales.
Otro de los
temas a resolver por el gobierno central, es que FONAFE, inyecte más recursos
económicos a ENACO, de tal manera que, ENACO tenga solvencia económica para el
acopio total de la producción de coca a nivel de las cuencas cocaleras, acción
que requiere de plena voluntad política del gobierno. A su vez, ENACO tiene que
sincerar los precios de la arroba de la Hoja de Coca; es inadmisible que ENACO
adquiera la arroba de coca en 45 soles y en el mejor de los casos 60 soles, y
luego esta institución la comercialice en el mercado de Huancayo o Lima, más de
200 soles, lo cual es un enriquecimiento ilícito a costa del trabajo del
campesinado cocalero que está dando la cara a la legalidad acopiando su
producción.
Pero no es el
único error que viene cometiendo ENACO, sino que, sucede que esta empresa
monopolista, al momento de comprar al Hoja de Coca del campesinado, en la
mayorías de oportunidades la adquiere como Hoja de segunda con un valor
promedio de 45 soles, o como hoja de tercera con un costo de 25 soles y para el
colmo, te descuenta un kilo por arroba, sumado el 19% de descuento del IGV.
Frente a esta situación, es que al campesinado le queda dos caminos, reclamar
sus petitorios mediante las protestas en las calles, y en el peor de los casos,
vender su producción al mercado ilegal, frente al maltrato que recibe de parte
del gobierno de turno.
Por lo
expuesto, incido en manifestar que, es de necesidad sincerar la política de
precios de la Hoja de Coca y permita contrarrestar la venta de este producto al
mercado informal. Toda vez que, el CORACH debe tener una política clara de
erradicación y no estar actuando de manera indiscriminada, por lo que, es
menester separar la paja del trigo, diferenciar entre los campesinos cocaleros
que están entregando su producción de Hoja de Coca a ENACO, y de quienes están
actuando al margen de la Ley y la formalidad, he ahí el meollo del asunto, la
misma que debe de servir para plantear la política de erradicación ante quienes
obtienen más de una hectárea de coca, por lo que una hectárea (40 arrobas) es
suficiente para la sobrevivencia del campesinado; así mismo, considero que otro
de los puntos a tener en consideración al momento de las definiciones de la
erradicación y que desde ya, se debe poner mano dura, es frente aquellos
campesinos que se acogieron al Programa de Desarrollo Alternativo, el cual
estipula que, desde el momento en que son integrantes de este programa, no
pueden tener ni una sola planta de coca, sin embargo la realidad actual,
demuestra que un 90% de quienes trabajan con el PDA, en paralelo tienen sus
sembríos de coca, por ende, deberían ser erradicadas por dos motivos, primero,
porque están acogidos a un beneficio que prohíbe su producción, y segundo,
porque no se sabe a ciencia cierta a donde es destinado dicho producto que no
es acopiada a ENACO.
Pero otro
motivo del fracaso de la lucha contra el narcotráfico en las cuencas cocaleras,
es el pésimo desempeño de los funcionarios del Programa de Desarrollo
Alternativo, quienes ingresaron a las cuencas cocaleras prometiendo ganados,
plántales de nuevas productos, y hasta apoyos económicos y capacitaciones
agrarias, pero a los días presentes todo ello es una falacia, un engaño total,
que en vez de lo prometido inicial, el humilde campesinado ha recibido clavos,
palos, alambres de púas, plántales invalorables, en conclusión, un fraude
generalizado. En nuestros días la existencia del PDA es inviable, pues el
gobierno en su reemplazo debería impulsar la presencia del Banco Agrario en la
cual, antes de ofrecer tal o cual producto al campesinado, debe efectuar el
estudio de suelos a fin de certificar que producto podría promoverse, asimismo,
dar oportunidad de préstamos a cero intereses, de tal manera que, permita
impulsar el desarrollo y creatividad del campesinado, bajo el asesoramiento
técnico de ingenieros agro industriales, que muy bien podría brindar el Banco
Agrario; creo que, ese es el camino para la lucha frontal contra el
narcotráfico, el cual tanto daño causa a nuestra niñez y ciudadanía.
En correlación
a estas acciones, el Ministerio del Interior, tiene que poner mano dura ante
los varones de la droga, y ponga de inmediato en marcha la captura de quienes
importan productos de estupefacientes químicos al Perú, y luego lo llevan a las
zonas cocaleras para la elaboración de la droga, de esa manera, se hará una
lucha frontal y sincera al narcotráfico, claro, si sinceramente se desea
combatirla y desterrarla de nuestro país.
Por lo tanto,
desde mi punto de vista, la política de Rómulo Pizarro desde hace 6 años, es un
fiasco, es un fracaso total, por la cual por dignidad y ética profesional,
debería renunciar, ya que, en vez de poner mano dura y tener resultados
óptimos, ha demostrado ineficacia y pésimos consecuencias, permitiendo la
proliferación de la comercialización de la droga y presencia del narcotráfico;
por lo tanto, el concepto errado que, erradicando Hoja de Coca, va desaparecer
el narcotráfico, es una ilusión llena de intereses mezquinos, por lo expuesto,
las protestas del campesinado cocalero es un derecho.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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