Sin resonancia la plancha
presidencial del partido nacionalista
Luego de un
arduo y acalorado debate de la Asamblea Nacional de Delegados del Partido
Nacionalista, se definió quienes acompañaran en el periplo electoral a Ollanta
Humala Tasso, acierto o desacertó que tendrá sus consecuencias pos-10 de Abril
del 2011, en que concluya la elección presidencial, o al menos, la primera
vuelta. No cabe duda que la Congresista Marisol Espinosa y el ex procurador
anticorrupción Omar Chehade, son dos personalidades integras de la política
peruana, ambos han logrado surcar espacios en medio de un tumulto coyuntural;
Chehade quien como jefe de la unidad de extradiciones de la Procuraduría logró
extraditar al ex dictador Alberto Fujimori, en tanto la Congresista
Nacionalista como vocera del Partido de Nacionalista, se elevó como la espuma
del mar al punto que, es una de las parlamentarias que efectúa duras críticas
al gobierno de turno y su constante presencia en las protestas de los
movimientos sociales.
Sin embargo,
considero que si de Omar Chehade mantenía un perfil bajo y el nacionalismo no
se hubiese precipitado en presentarlo como responsable del Comité
Anticorrupción del Partido en mención, hoy gozaría de ser una figura nueva que
habría creado una corriente de opinión diferente y con endose electoral junto a
su caballito de batalla “Haber logrado la extradición del ex dictador”, pero
lamentablemente fue calcinado políticamente antes de tiempo; asimismo, otra
desventaja es que durante los últimos años se ha desenvuelto como abogado
personal de Ollanta Humala, es decir un personaje semejante a los intereses del
líder del Partido Nacionalista; pues estos dos aspectos han jugado de
inmediato, al extremo que su presentación no ha creado mayores expectativas en
la población y la prensa nacional, por el contrario, y me atrevo adelantar que
se deslizará su imagen políticamente.
Como manifesté
en un artículo anterior, el Partido Nacionalista requería de urgencia la
presencia de una mujer en la plancha presidencial con incidencia de la vida
política del Perú, esencialmente con pleno conocimiento de las necesidades de
la sociedad en su conjunto, y creo que ahí encasilla lógicamente una dama
proveniente de la bancada nacionalista como la presencia de Marisol Espinosa,
en tanto, ello debió pasar por algunos filtros políticos, como tener temple,
carácter político y control del escenario, con el valor agregado del manejo de
temas coyunturales en materia económica, política social y cultural, siendo
este último, una cualidad de vital importancia ganada por la experiencia
parlamentaria de Marisol Espinosa, sin embargo, ello es insuficiente, dado que
no está acostumbrada al debate, careo y confrontación política, ya que su
postura y personalidad es apegada al contexto académico, de modo que es una
esquirla en el camino de Ollanta Humala, evidencia de lo manifestado se notó al
momento de su presentación como candidata a la vicepresidencia de la república
en las filas del Partido Nacionalista, con una compostura nerviosa, tensa, poco
clara en sus objetivos políticos, las mismas que podrán ser superadas a medida
que se profundice la campaña electoral.
Consecuentemente,
la elección a la primera vicepresidencia (Marisol Espinosa) y segunda
vicepresidencia (Omar Chehade), considero que no ha conseguido el revuelo
político del cual se especulaba con ansias, ni las expectativas del electorado
nacional, por el contrario, hace ver que se trataría de una plancha
presidencial más de círculos de amigos políticos. Esperamos que las acciones
dóciles de ambas personalidades, maduren y se encaminen por el lado más
salomónico de la política, de tal forma que, estas beneficien a Ollanta Humala
Tasso, de quien se avizora que su campaña electoral no le será de nada fácil, más
aun cuando los partidos tradicionales de la derecha y otros de la seudo
izquierda lo quieren sepultar.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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