Las alianzas deben ser
programáticas y no ideológicas ¿puede ser coherente?
Ante todo, mil
disculpas a cada uno de los presentes por mi ausencia en el transcurso de estas
dos semanas, pues las circunstancias de la salud han requerido de mi paciente
descanso producto de una fractura en el brazo, y hoy, ya restablecido, retorno
a los albores de los comentarios y opiniones de las coyuntura políticas,
económicas, sociales y culturales que van marcando el rumbo de la historia
nacional.
Luego de las
elecciones municipales-regionales, como señale en un artículo anterior, el
debate en adelante se tornaría en asumir posiciones ideológicas, deslumbrando
así las contradicciones antagónicas entre quienes se ubican a la derecha y
quienes están en el lado de la izquierda, y hoy el tiempo da la razón de lo
vertido, pues aunque algunos aun no reconocen el matiz del debate de las
políticas actuales que está plagado de contenido ideológico, parte de ese escepticismo
es Hugo Neyra, Martha Meier y Martín Tanaka columnistas del diario El Comercio
y La Republica respectivamente.
En estos
últimos días las discusiones políticas se han enmarcado en el boom de las
nuevas coaliciones o alianzas políticas para el 2011, algunos han señalado que
sus alianzas tienen como principio las concordancias programáticas al margen de
las convergencias ideológicas, pero este análisis es vacío y lleno de lagunas
políticas, ya que las coaliciones dadas en el transcurrir de la historia
nacional, han tenido como fondo la doctrina, ya sea de izquierda o derecha.
Se parte de un
análisis ideológico, cuando un sector es crítico y se opone al sistema
económico imperante, y por el contrario propugna por una sistema económico con
sentido social de igualdad para todo la nación; es una planteamiento
programático ideológico quienes persisten en sostener la continuidad del modelo
económico neoliberal, mientras la contraparte plantea la redistribución de las
riquezas con mayor participación del Estado en la regulación de la economía; es
ideológico cuando un sector político se muestra de acuerdo con la
criminalización de las protestas sociales y la profundización de la
vulnerabilidad de los derechos laborales, pero otro sector se muestra en
desacuerdo. Por lo tanto, la esencia de los planteamientos programáticos, son
efectos que se desarrollan en base de la ideología de derecha, ó, izquierda,
por lo que reitero que el debate actual está plasmándose en posiciones
ideológicas y no meramente programáticas de gobierno como se pretende hacer
creen a la población, postulados de contradicciones antagónicas
irreconciliables.
Señalo que son
contradicciones ideológicas irreconciliables, en la medida que es inadmisible
pensar en una alianza entre Lourdes Flores (Derecha) y el padre Marco Arana
(izquierda), o quizás una alianza entre Toledo (Derecha) y Ollanta Humala
(izquierda), alianza entre el Apra con Mercedes Araoz a la cabeza (Derecha) y
los sectores gremiales y los indígenas, en dichos casos a darse, serían los
cuentos del siglo XXI similar a la defenestrada postura de Francis Fukuyama con
su teoría del “El fin de la historia”
Por lo
expuesto, toda alianza electoral programática, siempre pasará por el filtro
medular ideológico cual fuere la tendencia doctrinaria (Derecha-Izquierda),
contradicciones ideológicas irreconciliables como los ejemplos puntualizados
anteriormente. En consecuencia, las alianzas políticas programáticas tendrán
como esencia la convergencia ideológica razonable, lo que se viene visualizando
en esta coyuntura electoral 2011, coerción que es clave principal para enlazar
congruentemente alianzas políticas electorales, y como reza el viejo adagio “No
se puede dar alianza por la alianza, pues esta guarda una esencia y hay que
recurrir a ella”
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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