Política comercial neoliberal, y
política comercial nacional
El lunes 15 de
Marzo, el Tribunal Constitucional ha derogado la decisión del gobierno de
reducir el arancel de importación de cemento de 12% a 0 arancel. Ante esta
decisión de vital importancia, pues la ministra de economía y finanzas Mercedes
Araóz, ha mostrado su descontento e incluso ha señalado que, apelará a las
instancias internacionales para definir las competencias del TC.
Bueno, en este
vaivén de la política nacional, es bien conocido que este gobierno está en la
dirección de privatizar todo aquello que se le cruce en el camino, y aperturar
(firmar) todo TLC con país que se lo proponga, lo que demuestra el poco
intereses y respeto que les tiene a los peruanos.
Los
neoliberales dicen “Hay que abrir las puertas a la inversión extranjera para
que genere puestos de trabajo” continúan “Para lo cual se tiene que reducir el
arancel a CERO, y todos puedan comprar más barato y así romper con los
monopolios”. Sin embargo nuestra realidad es otra, y sucede que desde Octubre
del 2007, se ha reducido el arancel a las importaciones al cemento en cero
aranceles o arancel Flatt, pero la venta del cemento a los usuarios no se ha
reducido y por el contrario este se ha incrementado en 9 %. Con ello no quiero
dar a entender que, me opongo a la inversión extranjera, pues muy por el
contrario me muestro de acuerdo en que se quiera invertir en el Perú, pero a su
vez deben que ajustarse a las leyes nacionales y respetar los derechos
laborales y el medio geográfico.
¿Es de
necesidad romper con el monopolio? Desde luego que sí, pues es inadmisible que
la comercialización del cemento se encuentre en manos de Cementos Lima y
Cementos Yura en el caso de Arequipa, y eso se tiene que quebrar
indiscutiblemente. Comparto plenamente con la decisión del TC en la derogatoria
del cero arancel y restablecer el arancel 12 %, y desde ya, también comparto
con los comentarios de Humberto Campodónico que en su artículo en el diario de
la República del 17/03/10, refiere que se debe restablecer el arancel a 12 % y
se derogue el artículo 63 de la actual constitución política, de tal manera
que, se proteja el mercado nacional. Sin embargo aún queda pendiente la
monopolización de la comercialización del cemento, y no solo ello deberíamos
criticar, sino que también se tiene que hacer alusión a la monopolización de
las construcciones en manos del grupo Graña y Montero, la monopolización de
leche Gloria, el monopolio de Alicorp y las harinas en manos del grupo Romero,
el monopolio de la minería, de los hidrocarburos, etc.
Frente a esta
situación, considero indispensable comenzar a regular el arancel a las
importaciones del cemento, pero debo puntualizar que, el Estado peruano debería
regular el precio de la comercialización de la producción nacional ¿No se
puede? ¿Se atentaría contra la inversión privada? En realidad no, pues el
Estado peruano al reducir el arancel de 12 % a CERO arancel a la importación
del cemento, indefectiblemente ya tiene una política de Estado, política de
gobierno, la política de regular el mercado; y con mayor razón, es viable
regular el precio de las comercializaciones de los productos nacionales, de tal
manera que, se rompa con el monopolio, del cual creo pensar, el gobierno de
Alan García se nota de acuerdo.
Finalmente,
regulado el arancel a las importaciones (a fin que ingrese la inversión
extranjera) y regulado los precios de la comercialización de la producción
nacional, tendremos un mercado consolidado, un mercado con base, por lo tanto,
una economía creciente junto al desarrollo sostenible, y eso es trabajar por el
bienestar nacional, en vez de aprovecharse de la pobreza, en la cual nos
encontramos en general.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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