Majes Siguas II, tiene que
respetarse
Como es
conocimiento público que, el 13 de Septiembre los pobladores de Espinar- Cuzco,
iniciaron la huelga indefinida en rechazo de la licitación y apertura del
Proyecto de Majes Siguas II, medida de fuerza que ha marcado 5 escenarios
coyunturales.
Primero, como
resultado de la huelga indefinida, Espinar tuvo un poblador muerto y un
centenar de heridos, producto de la represión y balacera indiscriminada de la
policía nacional quienes aún –no digo todos- no comprenden que son componentes
de una misma nación y de la misma clase social, en ese mismo escenario, la
población de forma espontánea detuvo a 8 policías y un Fiscal, pero demostrando
todo nivel de capacidad de dialogo, el pueblo entendió que ellos son hijos de
su propio vientre, y su libertad se resolvió como cambio de otros tantos
pobladores detenido, es decir, un canje, con la diferencia que los efectivos
policiales y el Fiscal, salieron ilesos; segundo, estas protestas han tenido
repercusión a nivel regional, y producto de la sensibilidad ante el
fallecimiento de un poblador en las protestas del día 14 de Septiembre, la
ciudadanía del Cuzco en su conjunto se solidarizó, las cuales conllevaron a
otra medida de fuerza con un paro regional de 48 horas.
Tercero, como
consecuencia de las protestas en Espinar-Sicuani, lograron obtener el
pronunciamiento del fallo del Juzgado de Wanchap, la que ordenaba detener la
licitación de obras del proyecto en discusión, y producto de dicho fallo, el
gobierno central mediante el Ministro de la Producción Jorge Villasante, emitió
su pronunciamiento manifestando que, “Serán respetuosos al fallo judicial y
acatarán, con posterior a la apelación” sin lugar a dudas, logro obtenido al
esfuerzo de lucha consecuente de los pobladores de Espinar.
Cuarto, como
efecto del retroceso del gobierno de turno en la declaratoria de la suspensión
del proyecto Majes-Siguas II, ha permitido coadyuvar la unidad del pueblo
arequipeño, tal es así que, a pesar de la efervescencia electoral que se vive,
en un pronunciamiento conjunto de bases organizadas, sindicatos, colegios
profesionales y autoridades, han puntualizado que, luego de las elecciones
municipales y regionales acatarán una huelga indefinida ante la imprudencia del
gobierno central, por dejar en dudas el proyecto que ha costado a todos los
arequipeños más de 35 años de lucha, y hoy a punto de ser realidad, por ende,
no se permitirá de ninguna manera la suspensión o retroceso de la efectividad
del proyecto Majes-Siguas II.
De plano,
rechazamos todo tipo de represión de donde esta provenga, sin embargo, dada la
situación caótica en el Sur peruano, de avances y retrocesos del gobierno de
Alan García frente a la problemática del proyecto en mención, considero una vez
más que, la coyuntura social en Arequipa tendrá un panorama sombrío de
protestas, las mismas que pueden confluir en los recuerdos de las gestas como
la revolución de 1950, la huelga indefinida de 1978 contra el gobierno de
Morales Bermúdez, y el recuerdo de la gesta de Junio del 2002 contra las
privatizaciones de Egasa y Etesur. Es de considerar que, la ciudadanía
arequipeña es sensible ante los temas que le embargan interés y desarrollo, y
en ese contexto, esperamos que, el gobierno de turno haga prevalecer lo
iniciado por los ex Ministros de Agricultura como Carlos Leyton y el saliente
Ministro Adolfo de Córdoba, quienes demostraron técnicamente que, Espinar de
ninguna manera se quedará sin agua como se viene vociferando erróneamente, ya
que, el rio Apurímac tiene como destino final el Amazonas, por lo cual, es
menester aprovechar dicho recurso hídrico en bienestar de la población y no
bajo intereses mezquinos.
Saludamos
desde ya, la lucha de los hermanos de Espinar, pero a su vez, tienen que asumir
conciencia que están enfrentándose al desarrollo de un pueblo, que también
lucho incesantemente durante 35 años y ello, los arequipeños, no lo tiraran por
la borda. Esperamos que, la tranquilidad, la tolerancia, prime al margen de
todo interés personal y de cálculo electoral, y esa solución está en la cancha
del gobierno central.
Sergio Gonzales Apaza
Periodista
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