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viernes, 30 de diciembre de 2016

La manzana de la discordia del Decreto Ley 1097, nos deja nuevas lecciones

Días atrás, me permití opinar con relación al Decreto Ley 1097, la que es inconstitucional, y por ende, vulnera la Constitución Política del Perú y el Nuevo Código Procesal Penal; a ello, es de vital importancia efectuar algunos agregados, de las cuales considero esenciales.

Esta semana transcurrida, el Perú ha vivido escenas significativas, que seguramente quedarán como hechos históricos para las venideras generaciones, las que nos dejan como moraleja, que efectuando un trabajo de concientización y unidad de quienes creemos en la vida como ser supremo de una Nación, no permitirá pasar las adversidades indeseables de un mandatario, por más demócrata o dictador que pueda ser este, pero a su vez, la coyuntura política semanal, ha demostrado la convivencia de la alianza Fujimorista-Aprista, coalición que deviene desde 1990, cuando el Apra apostó por Alberto Fujimori y este, le devolvió el favor el 2006, cuando Alan García ganó con fraude las elecciones generales, es decir, queda al descubierto que la corrupción Fujimorista, aún está latente y vive en medio del gobierno.

A 4 años y dos meses de régimen de Alan García Pérez, es evidente que el Fujimorismo Co-gobierna con el Apra, y no queda la menor duda y menos fue casual que, la cartea del Ministerio de Defensa en la conducción del ministro Rafael Rey, haya propuesto la amnistía encubierta, para aquellas personas que cometieron delitos de Lesa Humanidad, dejando secuelas de dolor, sufrimiento, desolación y miles de familias destruidas y fragmentadas.

Gracias al trabajo de investigación de los periodistas, quienes han asumido en un momento difícil su rol de hacer prevalecer la justicia para aquellos peruanos que aún están con las heridas abiertas después un doloroso proceso; el periodismo ha jugado un papel indiscutible, la misma que dejó al descubierto el contubernio de quienes esencialmente estaban detrás de dicho Decreto Ley 1097, y como era de esperarse, provenía de los laureles Fujimoristas, mediante el enlace encubierto del abogado Cesar Nagasaki, defensor no solo del ex dictador Alberto Fujimori, sino también, tutor de militares que cometieron Violaciones a los Derechos Humanos, es decir, antes de promulgarse el Decreto Ley en discusión, todo estaba consumado, la que finalmente beneficiaría a sus patrocinados.

De igual forma, queda en evidencia que Sergio Tapia, asesor del vicepresidente de la República, Luis Giampietri, quien está acusado por los delitos de Lesa Humanidad por los casos del Frontón, jugó el rol discreto de enlace, por lo cual, el asesor solo era la forma, ya que la fondo del plan, provenía del vicealmirante, quien es el más interesado, obvio, junto al gobierno, en que se archiven estos procesos de las que están implicados directamente. En ese contexto, ahora se puede entender porque tres semanas atrás, el presidente de la República, Alan García, opinó en que apoyaría de todas maneras a Keiko Fujimori, como la opción acertada, siendo la esencia, permitir que en el futuro no se juzgue a Alan García por los casos del Frontón y las últimas muertes acontecidas en las protestas sociales de su segundo gobierno.

Sin embargo, para la alegría de los peruanos, es propicio saludar en primera instancia, el accionar de la Fiscalía Superior Penal Nacional, que recae en la representación de Vítor Cubas Villanueva, quien mediante un comunicado público el 09-09-10, fue explícito en señalar a los fiscales nacionales que “Hay que enfrentar y oponerse a la aplicación del Decreto Ley 1097 y exigir se respete la Constitución, el Nuevo Código Procesal Penal, y la Comisión Americana de Derechos Humanos” una actitud congruente y eficaz, dentro de este sistema político que viene criminalizando todo aquello que sea la defensa de los derechos fundamentales del ciudadano; en este panorama coyuntural, se sumó la posición firme de la Defensoría del Pueblo, la Conferencia Episcopal Peruana, quienes han condenado el accionar del gobierno.

Felicitar la perseverancia de las víctimas y familiares del conflicto interno, a las ONG,s que defienden el derecho y respeto a la vida, y desde luego, sentirnos alagados -al menos por ahora- por la actitud significativa de algunos Congresistas, quienes con gallardía han presentado la inconstitucional del Decreto Ley 1097, ante el organismo del Tribunal Constitucional; estos sucesos merecen congratular, porque han permitido sobreponer la voluntad de un pueblo, ante un gobernante que se pinta y proclama de democrático, que en sí, da signos de ser una dictadura formal.

Otro aspecto que ha pasado un tanto desapercibido a media semana, fueron las declaraciones contundentes del ministro de Justicia, García Toma, quien tuvo la virtud, creo yo, en dejar en alto al sistema Judicial de donde proviene su representación, ya que, amenazó con renunciar, en caso no se revisara y mejor si se derogaba el Decreto de Ley, que es la manzana de la discordia, y que de manera escueta manifestó “Si se produce la derogatoria no va brotar una sola lagrima por este hecho, tampoco me voy a colocar un traje negro, ni voy a ponerme en una situación de luto ni participare en las exequias de ese suceso”, palabras que dejan como reflexión a los miembros del gobierno, por tener en consideración, que se trata de expresiones de un militante aprista y más aún, miembro del actual gabinete ministerial.

En líneas generales, me conservo un tanto satisfecho, en el sentido que, aun contamos con un sistema Jurídico, Social y Político, que en circunstancias coyunturales como la que acabamos de vivir, definen cuál es su papel preponderante a fin de hacer respetar los derechos que les corresponden a los peruanos, asimismo, estos sucesos, dejan como lectura y reflexión que, un pueblo consciente, con organismos institucionales que asuman un nivel crítico constructivo, y con bases sociales debidamente fortalecidas y unificadas, se puede hacer retroceder la mediocridad intencional de los gobernantes que creen ser los amos y señores de una Nación, cuando hoy queda demostrado que no son dueños de nada, ni se su alma. Concluyo así, en el contexto que, tengamos por seguro que el Decreto Ley 1097, en los próximas semanas será declarado inconstitucional y con ello se permitirá su derogatoria; en consecuencia, accionar que quedará plasmado en la historia del Perú, que se expresará, que el segundo gobierno de Alan García Pérez, una vez más tuvo desaciertos en materia Social, Política y Económica, prefiriendo un gobierno que criminalizaba las protestas sociales, con el objetivo profundizar las políticas Neoliberales.

Sergio Gonzales Apaza

Periodista

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